viernes, 20 de septiembre de 2013

Un documental desmonta mitos del Titanic: no hubo disparos ni verjas cerradas

Según el filme de Jesús Ferreiro, ni fue atravesado por el hielo, que nunca llegó a la cubierta, ni durante su hundimiento se produjeron disparos ni se mantuvieron las verjas cerradas. El Titanic, el transatlántico británico que se hundió en 1912 durante su viaje inaugural, no fue atravesado por el hielo, que nunca llegó a la cubierta, ni durante su hundimiento se produjeron disparos ni se mantuvieron las verjas cerradas. Estos son algunos de los mitos proyectados al imaginario colectivo a través del cine que desmonta el documental "TITANIC: Cien años de historia-Misterios al descubierto", elaborado por la Fundación Titanic. "Nos hemos creado una historia a partir de otra historia", explica en una entrevista con Efe el presidente de la Fundación, el gallego Jesús Ferreiro, quien lleva más de una década escudriñando lo que ocurrió en aquella madrugada de abril de 1912. Tras haber recuperado el testimonio de 123 supervivientes y conocido a 39 de ellos, entre ellos Millvina Dean, la última sobreviviente del Titanic, Ferreiro ha reconstruido la historia explicando la verdad sobre ciertos mitos que acompañan a la leyenda del famoso transatlántico. Tres horas a flote "El Titanic no chocó contra un iceberg, simplemente lo rozó y lo hizo tan suavemente que hasta los oficiales en el puente de mando creyeron que lo habían salvado", señala Ferreiro. Lo que ocurrió fue que el roce se produjo en la parte más "débil" del casco, provocando que saltasen los remaches, lo que se tradujo en la entrada de 9 toneladas de agua por segundo. "Pese a todo el Titanic aguantó casi tres horas a flote", remarca Ferreiro, quien atribuye este éxito a la maniobra ordenada por el primer oficial, William Murdoch, la primera persona que avistó el iceberg, antes que los vigías de la torreta del palo de proa. "En realidad lo que Murdoch vio no fue un iceberg sino las luces del Titanic reflejadas en la pared negra de la montaña de hielo que tenía enfrente. Él creía ver otro barco", apunta Ferreiro aludiendo a la orden dada por el primer oficial: "Tenemos un barco por la proa. Caña a estribor y atrás toda. Cierren las puertas estancas". Ni tiros, ni suicidios Otro de los mitos más extendidos es el de los incidentes durante el hundimiento del barco. "No se disparó ni un sólo tiro, ni se suicidó ningún oficial", asegura Ferreiro. Durante aquellos minutos sí se registraron algunas escenas de tensión, motivadas especialmente por la edad de los jóvenes con derecho a ir los buques salvavidas, pero en ningún caso disparos o agresiones. El documental desmonta otra de las leyendas más repetidas, la de que las verjas que separaban los viajeros de tercera y segunda clase permanecieron cerradas impidiendo que los primeros pudiesen acceder a la cubierta de botes salvavidas. "Esas verjas nunca estuvieron cerradas mientras el Titanic se encontraba en alta mar. Sólo se cerraban cuando estaba en puerto para pasar las revisiones de sanidad", aclara Ferreiro. Según el filme de Jesús Ferreiro, ni fue atravesado por el hielo, que nunca llegó a la cubierta, ni durante su hundimiento se produjeron disparos ni se mantuvieron las verjas cerradas La imagen del Titanic, que se hundió en 1912 El Titanic, el transatlántico británico que se hundió en 1912 durante su viaje inaugural, no fue atravesado por el hielo, que nunca llegó a la cubierta, ni durante su hundimiento se produjeron disparos ni se mantuvieron las verjas cerradas. Estos son algunos de los mitos proyectados al imaginario colectivo a través del cine que desmonta el documental "TITANIC: Cien años de historia-Misterios al descubierto", elaborado por la Fundación Titanic. "Nos hemos creado una historia a partir de otra historia", explica en una entrevista con Efe el presidente de la Fundación, el gallego Jesús Ferreiro, quien lleva más de una década escudriñando lo que ocurrió en aquella madrugada de abril de 1912. Millvina Dean Tras haber recuperado el testimonio de 123 supervivientes y conocido a 39 de ellos, entre ellos Millvina Dean, la última sobreviviente del Titanic, Ferreiro ha reconstruido la historia explicando la verdad sobre ciertos mitos que acompañan a la leyenda del famoso transatlántico. Tres horas a flote: "El Titanic no chocó contra un iceberg, simplemente lo rozó y lo hizo tan suavemente que hasta los oficiales en el puente de mando creyeron que lo habían salvado", señala Ferreiro. Lo que ocurrió fue que el roce se produjo en la parte más "débil" del casco, provocando que saltasen los remaches, lo que se tradujo en la entrada de 9 toneladas de agua por segundo. "Pese a todo el Titanic aguantó casi tres horas a flote", remarca Ferreiro, quien atribuye este éxito a la maniobra ordenada por el primer oficial, William Murdoch, la primera persona que avistó el iceberg, antes que los vigías de la torreta del palo de proa. "En realidad lo que Murdoch vio no fue un iceberg sino las luces del Titanic reflejadas en la pared negra de la montaña de hielo que tenía enfrente. Él creía ver otro barco", apunta Ferreiro aludiendo a la orden dada por el primer oficial: "Tenemos un barco por la proa. Caña a estribor y atrás toda. Cierren las puertas estancas". Ni tiros, ni suicidios Otro de los mitos más extendidos es el de los incidentes durante el hundimiento del barco. "No se disparó ni un sólo tiro, ni se suicidó ningún oficial", asegura Ferreiro. Durante aquellos minutos sí se registraron algunas escenas de tensión, motivadas especialmente por la edad de los jóvenes con derecho a ir los buques salvavidas, pero en ningún caso disparos o agresiones. El documental desmonta otra de las leyendas más repetidas, la de que las verjas que separaban los viajeros de tercera y segunda clase permanecieron cerradas impidiendo que los primeros pudiesen acceder a la cubierta de botes salvavidas. "Esas verjas nunca estuvieron cerradas mientras el Titanic se encontraba en alta mar. Sólo se cerraban cuando estaba en puerto para pasar las revisiones de sanidad", aclara Ferreiro. Estos mitos, como el del pasajero que echa un trozo de hielo del iceberg en su vaso de whisky cuando en realidad el hielo jamás llegó hasta esa zona, son concesiones cinematográficas necesarias para aumentar la intensidad dramática del relato, sostiene Ferreiro. "Aunque desvirtúan la realidad, las películas han contribuido a que la gente sepa la historia del Titanic, especialmente la de James Cameron", concede este especialista en la singladura más famosa de la navegación mundial. http://www.abc.es/cultura/cine/20121216/abci-documental-desmonta-mitos-titanic-201212151950.html

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